Ser o no ser autónomo

Cuando pensamos en trabajar por cuenta propia o abrir un pequeño negocio, lo primero que necesitamos saber y conocer son las ventajas e inconvenientes de ser autónomo.
La cuota, los impuestos, IRPF, IVA, etc, son algunas de las preocupaciones del día a día de un empleado por cuenta propia.

En Nuño Jiménez Asesores hemos recopilado las preguntas más frecuentes y elaborado una pequeña guía para ayudarte a conocer mejor los pros y contras que te encontrarás en tu nueva andanza profesional.

1. Trabaja cuando y donde quieras
Una de las grandes ventajas con las que cuenta un autónomo es la flexibilidad geográfica y horaria. En función del desarrollo de tu trabajo, sector y necesidades, es muy posible que puedas disfrutar de una mayor comodidad a la hora de gestionar tu tiempo de trabajo. Sin embargo, ser autónomo no significa trabajar menos ni más cómodo. Al ser tu propio jefe tu nivel de exigencia será aún mayor y probablemente tus horarios empiecen a tener jornadas laborales más amplias.

2. Ser tu propio jefe
Para muchas personas, la libertad de autogestión es un punto muy bien valorado. Tendrás la total capacidad de tomar aquellas decisiones que mejor se adapten a tus criterios, necesidades y objetivos. Sin embargo, es fundamental rodearse de gente que pueda asesorarte en aquellos puntos que se escapen un poco de tu área de conocimiento o acción. Por ejemplo, es importante que estés asesorado legalmente a la hora de gestionar la contratación de un servicio o productos con un tercero.
Al principio cometerás muchos errores que posteriormente pulirás y mejorarás, pero contar con un asesor y un equipo de trabajo, te ayudará a ser más completo y eficiente.

3. Liquidez
Los primeros años de la vida de un autónomo suelen ser más complicados y los gastos superan casi siempre a los ingresos, pero si finalmente logras superar ese punto negativo o cero por el que todo emprendedor atraviesa, tus ingresos no estarán limitados por una cuantía por hora. Para lograr que tus objetivos financieros se cumplan y obtengas una mayor solvencia en un menor tiempo, es fundamental contar con un asesor que te oriente y te ayude a gestionar tus cuentas.

4. Aprende de ti mismo
Ser emprendedor es sinónimo de autoaprendizaje. El nivel de exigencia y de trabajo es constante y te obliga en cierto modo a estar muy pendiente de tu rendimiento, capacidades, objetivos, metas, recursos. Es decir, te permite conocer y tener una visión más panorámica de tu negocio.
Este nuevo camino te enriquecerá mucho como persona y como trabajador, de forma que si finalmente optas por no continuar este camino, habrás extraído un valiosísimo aprendizaje que te valdrá para mejorar tu desarrollo profesional como autónomo o trabajador por cuenta ajena.

5. Cumple tus sueños
Cuando inicias un nuevo negocio, apuestas por aquello que realmente te apasiona. Sin duda lo más gratificante de tener tu propio negocio es la capacidad de crear, evolucionar y mejorar. Aunque pueda parecer muy típico o incluso un tópico, las personas que deciden arriesgarse por un sueño, se sienten realmente realizados en cada paso y logro que obtiene.

6. Conciliación familiar
Hemos comenzado hablando de las ventajas de contar con una flexibilidad horaria, pero no todo es positivo. Es complicado lograr el equilibrio perfecto entre la vida laboral y personal. Para que tu negocio realmente funcione debes tener la capacidad de desconectar cada día y disfrutar de tu familia, amigos o de ti mismo.

7. Los clientes
También hemos comentado la gran ventaja de ser tu propio jefe, aunque esto no es del todo cierto. Los clientes pasan a ser tus jefes y sus exigencias tus objetivos. Es muy importante lograr una armonía entre el tiempo invertido en la planificación, reuniones y el desarrollo de tus funciones.

8. Economía
La facturación no es una nómina. Es muy importante que comprendamos esto, ya que un error en los cálculos te puede provocar más de un apuro económico. Del total de tu facturación debes ser capaz de realizar todo aquellos gastos que contemples de tu día a día, los gastos de personal, gastos materiales y por último el porcentaje de gastos derivados de tu propia actividad, es decir, IRPF e IVA.
Para evitar que puedas llegar a tener cualquier tipo de contratiempo o problema, te recomendamos que trabajes con un gestor que te ayude a gestionar toda la parte financiera de tu proyecto.

9. Ser comercial
En cualquier sector y actividad, es fundamental darse a conocer y hacerse con una cartera de clientes que permita sostener aquella estructura que deseamos construir. Las habilidades para lograr este objetivo son muy variadas pero sin dudas deberás ser tu mejor y principal comercial.

En Nuño Jiménez Asesores podemos ayudarte a gestionar y mejorar tu negocio. Llámanos sin compromiso.

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