El pasado 5 de abril se inició el plazo para presentar la tributación anual ante Hacienda y este finalizará el día 30 de este mes. La realidad es que normalmente dejamos todo para el último momento, por ello vamos revisar las consecuencias de una demora al presentar la declaración de la renta.
¿Qué ocurre si presento la declaración fuera de plazo?
Muchas personas esperan hasta el último momento para realizar todos los trámites correspondientes a la tributación del IRPF. Por ello es habitual que en los últimos días antes de finalizar el plazo colapsen tanto las oficinas como la página web de la Agencia Tributaria, complicando la presentación en el plazo estipulado.
Aunque parezca increíble es más habitual de lo que parece que se presente la declaración de la renta fuera de plazo. Normalmente el contribuyente no debe realizar ningún trámite adicional, aunque Hacienda puede sancionarle con una multa por incumplimiento del plazo.
Para calcular el recargo que impondrá Hacienda al contribuyente que se demoré en la presentación de la declaración de la renta se tendrán en cuenta tres factores fundamentales:
- El tiempo que pasa desde que finaliza el plazo hasta que se presenta ante la Agencia Tributaria. Lógicamente cuanto antes se presente menor será la represaría.
- La persona que notifique el error. Cuando la declaración de la renta no se presenta en el plazo adecuado, puede suceder que el ciudadano por su propia voluntad entregue la declaración de la renta o que sea la Agencia Tributaria la que comunique la falta. Claramente las consecuencias serán mucho peor si es Hacienda quien detecta el error.
- El resultado de la declaración: En el caso de que la declaración de la renta tenga un resultado negativo no habrá muchos problemas, ya que normalmente el pago que debería realizar Hacienda a favor del contribuyente se convertirá en un ingreso a favor de la Agencia Tributaria.
- Peores serán las consecuencias si el resultado de la declaración es a pagar. En este caso se establece una comisión sobre el resultado de la declaración de hasta un 20% para los peores casos en los que la demora supera los doce meses.
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