Aceptación y renuncia de la herencia: qué significan, cuándo convienen y cómo se tramitan

Aceptar o renunciar a una herencia es una de las decisiones más delicadas que pueden afrontarse tras el fallecimiento de un familiar. Aunque se tiende a pensar que heredar siempre es positivo, en realidad una herencia puede incluir deudas, cargas fiscales o bienes difíciles de repartir, por lo que es fundamental conocer las implicaciones legales y económicas antes de tomar una decisión.

El Código Civil español, en sus artículos 988 a 1009, regula con detalle las formas de aceptar o renunciar una herencia, los efectos que genera cada decisión y los procedimientos notariales necesarios.
Esta guía ofrece una visión completa y práctica de cuándo conviene aceptar, cuándo es mejor renunciar y cómo hacerlo correctamente, evitando errores que pueden tener consecuencias irreversibles.

Qué significa aceptar o renunciar una herencia

Aceptar una herencia supone convertirse legalmente en heredero, es decir, adquirir tanto los bienes como las deudas del fallecido. Renunciar, en cambio, implica rechazar por completo la herencia, de modo que el derecho a heredar pasa a otros familiares conforme al orden legal.

La sucesión hereditaria puede proceder de dos formas:

  • Testada, cuando existe testamento.
  • Intestada, cuando no hay testamento y la ley determina quién hereda.

En ambos casos, los llamados a heredar deben manifestar su decisión de aceptar o renunciar, ya que nadie puede ser heredero contra su voluntad.

El artículo 988 del Código Civil establece:

“La aceptación y repudiación de la herencia son actos enteramente voluntarios y libres.”

Cuándo debe tomarse la decisión

No existe un plazo legal expreso para aceptar o renunciar, pero los efectos fiscales imponen límites prácticos:

  • El Impuesto de Sucesiones y Donaciones debe presentarse en un plazo de seis meses desde la fecha de fallecimiento, prorrogable otros seis.
  • Si se agota ese plazo sin manifestar voluntad, la Administración puede considerar la herencia tácitamente aceptada si el heredero realiza actos que impliquen posesión o disposición de los bienes.

Efectos legales de cada decisión

  • Aceptar implica adquirir todos los derechos, pero también las deudas y obligaciones del fallecido.
  • Renunciar extingue el derecho hereditario del renunciante, transmitiendo su parte a los herederos sustitutos o, si no los hay, al Estado.

Documentación necesaria ante notario

Para formalizar la aceptación o la renuncia, el notario solicitará:

  • Certificado de defunción.
  • Certificado de últimas voluntades.
  • Copia autorizada del testamento (si existe).
  • DNI de los herederos.
  • Certificados de nacimiento y matrimonio.
  • Inventario de bienes y deudas, si se solicita aceptación con beneficio de inventario.

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Tipos de aceptación de herencia

El Código Civil contempla dos formas principales de aceptar una herencia: pura y simple o a beneficio de inventario. La diferencia entre ambas es crucial, especialmente cuando la herencia incluye deudas o responsabilidades pendientes.

Aceptación pura y simple

Es la forma más común. El heredero adquiere todos los bienes y derechos del causante, pero también responde con su propio patrimonio de las deudas heredadas.
Esta modalidad puede ser expresa (mediante escritura pública o documento privado) o tácita, cuando el heredero realiza actos que evidencian su voluntad de aceptar, como vender bienes del fallecido, pagar deudas o administrar propiedades.

⚠️ Ejemplo: Si un heredero vende un coche del fallecido antes de aceptar formalmente, se considera aceptación tácita y no podrá luego renunciar.

Aceptación a beneficio de inventario

Permite al heredero limitar su responsabilidad a los bienes heredados, protegiendo su patrimonio personal.
El heredero solo pagará las deudas con cargo a los bienes recibidos, nunca con su dinero propio.

Esta modalidad debe declararse expresamente ante notario y realizarse antes de disponer de los bienes. El notario abrirá un expediente con un inventario detallado de todos los activos y pasivos del fallecido.

💡 Ejemplo práctico: Juan hereda una casa valorada en 150.000 €, pero el fallecido tenía una deuda de 180.000 €.
Si acepta pura y simplemente, Juan deberá pagar los 30.000 € de diferencia.
Si acepta a beneficio de inventario, solo responde con la casa y no con su propio patrimonio.

Diferencias legales entre ambas formas

  • La pura y simple es automática y más rápida, pero arriesgada si hay deudas.
  • La beneficio de inventario exige un trámite formal, pero protege legalmente al heredero.

Cómo se realiza la aceptación de una herencia

Aceptación expresa ante notario

El heredero comparece ante notario, manifiesta su voluntad de aceptar la herencia y se incorpora el acta al protocolo notarial.
Es la forma más segura, especialmente cuando existen varios herederos.

Aceptación tácita

No requiere escritura formal, pero se produce cuando el heredero actúa como propietario de los bienes.
Ejemplos:

  • Vender o alquilar bienes del fallecido.
  • Cobrar rentas o dividendos.
  • Pagar deudas del causante con fondos personales.

En estos casos, el heredero no podrá luego alegar desconocimiento de las cargas o intentar renunciar.

Plazos y consecuencias

Aunque el Código Civil no fija un límite para aceptar o renunciar, transcurrido un tiempo excesivo, los coherederos o acreedores pueden instar al heredero indeciso a pronunciarse (art. 1004 CC).
Si no lo hace en 30 días, se entiende que acepta pura y simplemente.

Qué significa renunciar a una herencia

Renunciar implica rechazar expresamente la herencia y renunciar a todos los derechos que derivan de ella.
El renunciante no hereda bienes ni deudas y su parte pasa automáticamente a los sustitutos o coherederos según la ley.

Tipos de renuncia

  1. Renuncia pura y simple
    El heredero renuncia sin designar a otra persona beneficiaria. Su parte se reparte entre los demás herederos.
    Ejemplo: Tres hermanos heredan a partes iguales. Uno renuncia. Los otros dos se reparten su tercio.
  2. Renuncia en favor de otro heredero
    Se considera una donación entre vivos, no una renuncia pura.
    Por tanto, tributa dos veces: una por Sucesiones (del fallecido) y otra por Donaciones (entre los herederos).
  3. Renuncia parcial o condicionada
    No es válida. La ley exige que la renuncia sea total y sin condiciones.

Cuándo conviene renunciar

  • Cuando las deudas superan los bienes.
  • Cuando el heredero no desea asumir cargas fiscales.
  • Cuando hay conflictos familiares o litigios judiciales.
  • Cuando el heredero no necesita los bienes y prefiere cederlos a sus descendientes.

Procedimiento notarial

La renuncia debe realizarse mediante escritura pública ante notario, con los mismos documentos que para la aceptación.
El notario dejará constancia de la voluntad irrevocable del heredero, y la renuncia surtirá efecto inmediato.

Diferencias clave entre aceptación y renuncia

AspectoAceptaciónRenuncia
Base legalArts. 988–1009 CCArts. 988–1000 CC
EfectoEl heredero adquiere bienes y deudas.El heredero rechaza todo derecho sucesorio.
ResponsabilidadResponde con su patrimonio, salvo beneficio de inventario.No asume deudas ni obligaciones.
Tipo de actoVoluntario e irrevocable.Voluntario e irrevocable.
FormaExpresa o tácita.Solo expresa y ante notario.
Efecto fiscalDevenga Impuesto de Sucesiones.No devenga, salvo si se renuncia en favor de otro.

Ejemplos prácticos de aceptación y renuncia

Ejemplo 1: Herencia con deudas
Un heredero recibe una vivienda hipotecada. Si acepta pura y simplemente, deberá pagar la deuda. Si lo hace a beneficio de inventario, solo responderá con el valor del inmueble.

Ejemplo 2: Renuncia pura y simple
Tres hermanos heredan una finca. Uno renuncia, y su parte pasa a los otros dos sin coste adicional.

Ejemplo 3: Renuncia en favor de otro
Una hermana renuncia a favor de su hermano, que ya era heredero. Esta operación se considera donación y genera dos impuestos.

Ejemplo 4: Menor de edad heredero
Si un menor hereda, sus representantes legales necesitan autorización judicial para aceptar o renunciar.

Efectos fiscales de aceptar o renunciar la herencia

La aceptación o renuncia de una herencia tiene consecuencias fiscales inmediatas:

  • Aceptar una herencia: implica pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD).
    El plazo para liquidarlo es de seis meses desde el fallecimiento, prorrogables otros seis.
  • Renunciar pura y simplemente: no genera impuestos, ya que no hay adquisición de bienes.
  • Renunciar en favor de otro heredero: se considera una donación y tributa por separado.

💡 Consejo fiscal: si no hay interés en heredar, conviene renunciar pura y simplemente para evitar doble tributación.

Casos especiales

Herencias con menores o incapacitados

La aceptación o renuncia requiere autorización judicial para proteger al menor.
El juez evaluará si la decisión es favorable a sus intereses antes de aprobarla.

Herencias internacionales

Si el causante tenía bienes en varios países, se aplica el Reglamento Europeo 650/2012, que determina la ley aplicable según el último domicilio habitual del fallecido.

Herencias litigiosas

Si existen conflictos o juicios pendientes, el heredero puede aceptar con reserva o beneficio de inventario hasta que se resuelva la disputa.

Herencias a favor del Estado

Cuando no existen herederos, o todos renuncian, la herencia pasa al Estado, que debe destinar los bienes a fines benéficos (art. 956 CC).

Cómo decidir entre aceptar o renunciar

Tomar la decisión correcta depende de varios factores:

  1. Valor neto de la herencia: comparar bienes frente a deudas.
  2. Capacidad económica del heredero: si no puede afrontar deudas, mejor renunciar o aceptar con beneficio de inventario.
  3. Situación familiar: en familias con conflictos, la renuncia puede evitar litigios.
  4. Carga fiscal: el Impuesto de Sucesiones varía por comunidad autónoma.

Qué ocurre si los coherederos no coinciden

Cada heredero puede aceptar o renunciar de forma independiente.
Si unos aceptan y otros no, la herencia se divide entre quienes la aceptan, redistribuyendo las partes renunciadas.

Preguntas frecuentes sobre aceptación y renuncia

1. ¿Cuánto tiempo tengo para aceptar o renunciar?

Seis meses desde el fallecimiento, prorrogables por otros seis si se solicita dentro del plazo inicial.

2. ¿Puedo cambiar de opinión después?

No. La aceptación o renuncia son irrevocables, salvo vicio de consentimiento (error, dolo o violencia).

3. ¿Qué ocurre si no hago nada?

Si realizas actos de disposición, se entiende aceptación tácita. Si no haces nada, podrás ser requerido judicialmente para decidir.

4. ¿Qué pasa si renuncio?

Tu parte pasa automáticamente a tus descendientes (por derecho de representación) o a los demás herederos.

5. ¿Se puede renunciar solo a una parte?

No. La renuncia debe ser total.

6. ¿Qué ocurre si hay deudas?

Conviene aceptar con beneficio de inventario o, si la deuda es superior al valor, renunciar totalmente.

Conclusión

Aceptar o renunciar una herencia no es una simple decisión emocional: tiene implicaciones legales, patrimoniales y fiscales de gran alcance.
Antes de firmar, conviene analizar la composición de la herencia, calcular las posibles deudas y consultar a un profesional del Derecho.

La clave está en elegir con información y prudencia: aceptar con beneficio de inventario cuando haya dudas, y renunciar cuando el riesgo económico supere los beneficios.CTA final

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