Partición de herencias: tipos y proceso

La partición de herencias es el proceso mediante el cual se distribuyen los bienes, derechos y deudas que deja una persona al fallecer entre sus herederos. Aunque pueda parecer un trámite sencillo, en la práctica suele implicar cuestiones legales, fiscales y emocionales que requieren claridad, consenso y, en muchos casos, asesoramiento profesional.

Cuando una persona fallece, sus bienes conforman lo que se denomina caudal hereditario. Para que esos bienes pasen a ser propiedad de los herederos, no basta con el testamento: es necesario realizar una partición, es decir, un reparto legalmente válido en el que se determinan las cuotas, los bienes adjudicados a cada heredero y la forma en que se llevará a cabo el traspaso de la propiedad.

En este proceso intervienen diferentes figuras —como el contador-partidor, los herederos o el notario— y se deben cumplir una serie de requisitos legales y fiscales. Por ello, comprender cómo se realiza una partición de herencia correctamente puede evitar conflictos familiares, sanciones o nulidades posteriores.

A lo largo de esta guía, te explicaremos paso a paso cómo se realiza una partición de herencia en España, quién puede solicitarla, qué impuestos implica y cómo resolver los desacuerdos que pueden surgir entre herederos. Además, incluiremos ejemplos reales y consejos prácticos de abogados especializados en derecho sucesorio.

¿Qué es la partición de una herencia?

Cuando una persona fallece, deja un conjunto de bienes, derechos y deudas que deben distribuirse entre sus herederos. Esa distribución recibe el nombre de partición de herencia, y constituye el paso esencial para que los herederos adquieran la propiedad efectiva de los bienes heredados.

En términos sencillos, la partición es el reparto formal del patrimonio del fallecido entre las personas con derecho a heredarlo, ya sea porque figuran en su testamento o porque la ley así lo establece (en caso de herencia sin testamento).

Realizar correctamente este proceso no solo garantiza un reparto justo, sino que también evita futuros conflictos familiares o impugnaciones judiciales.

Definición jurídica y finalidad

Desde un punto de vista legal, la partición de herencia es el acto por el cual los coherederos determinan los bienes que integran el caudal hereditario, valoran su contenido y los adjudican de forma individual a cada heredero.

Su finalidad es doble:

  1. Poner fin al estado de comunidad hereditaria que existe desde el fallecimiento del causante.
  2. Atribuir a cada heredero la titularidad plena de los bienes que le correspondan.

En España, este procedimiento se regula principalmente en el Código Civil (artículos 1051 a 1087), donde se detallan las reglas generales de partición y los derechos de cada heredero.

La ley también contempla supuestos especiales —como la intervención de un contador-partidor o la partición judicial cuando no hay acuerdo—, temas que desarrollaremos en artículos específicos vinculados desde esta guía.

Diferencias entre adjudicación y partición

Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, adjudicar y partir una herencia no son lo mismo.

  • Partir implica determinar el valor total de la herencia y establecer qué bienes corresponden a cada heredero.
  • Adjudicar es el acto final: la atribución efectiva de esos bienes a cada heredero una vez hecha la partición.

Por ejemplo: si tres hermanos heredan una vivienda, un coche y dinero en cuenta, la partición establecerá qué parte corresponde a cada uno; la adjudicación es el momento en que cada bien pasa formalmente a su nombre.

Entender esta diferencia es clave para evitar errores en documentos notariales o liquidaciones fiscales posteriores.

¿Quién puede solicitar la partición de una herencia?

La partición de una herencia puede ser solicitada por cualquiera de los herederos o personas con derecho a participar en el reparto de los bienes. En algunos casos, también puede intervenir un tercero designado por el testador o por la autoridad judicial, conocido como contador-partidor.

La clave está en entender qué derechos tiene cada parte y cuándo es necesario acudir al notario o al juzgado para formalizar la división del caudal hereditario.

Herederos, legatarios y contador-partidor

Los herederos son quienes suceden al fallecido en todos sus derechos y obligaciones. Por tanto, son los principales legitimados para solicitar la partición.
Cuando hay acuerdo entre todos ellos, la partición puede realizarse de manera voluntaria y ante notario, mediante escritura pública.

Los legatarios, en cambio, no son herederos propiamente dichos: solo tienen derecho a un bien o derecho concreto (por ejemplo, un inmueble o una joya). Aunque no participan directamente en la partición global, sí deben ser tenidos en cuenta si su legado afecta al reparto de los bienes comunes.

Por su parte, el contador-partidor actúa como figura neutral y técnica. Puede haber sido nombrado por el propio testador en el testamento (contador-partidor testamentario), o designado por el notario o el juez si los herederos no alcanzan un acuerdo (contador-partidor dativo).
Su función es elaborar un cuadro de reparto equitativo y garantizar que la partición se ajuste a la ley y a la voluntad del causante.

Cuándo es necesaria la intervención notarial o judicial

El proceso de partición puede seguir dos vías principales según exista o no acuerdo entre los herederos:

  1. Partición voluntaria o notarial:
    • Se realiza cuando todos los herederos están de acuerdo.
    • Se formaliza mediante escritura pública ante notario, adjuntando el inventario de bienes, su valoración y la adjudicación final.
    • Es el procedimiento más rápido y económico.
  2. Partición judicial:
    • Se solicita cuando no hay consenso entre los herederos.
    • Requiere intervención del Juzgado de Primera Instancia y designación de un contador-partidor judicial o dativo.
    • El proceso es más largo, pero garantiza un reparto imparcial y conforme a derecho.

En cualquier caso, la figura del abogado especialista en derecho sucesorio resulta esencial para acompañar el proceso, evitar errores en la documentación y garantizar que la partición se ajuste tanto a la voluntad del causante como a la legislación vigente.

Cómo se realiza una partición de herencia paso a paso

Realizar una partición de herencia correctamente implica seguir una secuencia de actos jurídicos y administrativos que garantizan la validez del reparto. Aunque cada caso puede tener sus particularidades, el proceso general en España sigue una estructura bastante clara.

Como realizar una partición de herencia paso a paso

A continuación, te explicamos los pasos principales que deben seguir los herederos, desde la identificación de los bienes hasta la firma ante notario y la liquidación de impuestos.

1️⃣ Inventario de bienes

El primer paso es elaborar un inventario completo del patrimonio del causante.
En este documento se detallan todos los bienes, derechos, deudas y cargas que conforman la herencia.

Deben incluirse, entre otros:

  • Inmuebles (viviendas, terrenos, locales).
  • Cuentas bancarias, depósitos, acciones o fondos.
  • Vehículos, obras de arte, joyas u otros bienes muebles de valor.
  • Deudas pendientes, préstamos o cargas hipotecarias.

Este inventario se puede realizar de mutuo acuerdo entre los herederos o con la intervención de un perito tasador si se requiere valorar activos de manera técnica.

2️⃣ Valoración y reparto

Una vez elaborado el inventario, se valoran los bienes para determinar el valor total del caudal hereditario.
Esta fase es crucial, ya que de ella depende que el reparto sea equitativo.

Los bienes se pueden valorar:

  • Por acuerdo entre los herederos (si hay consenso).
  • Mediante valoración pericial (si hay discrepancias).
  • Siguiendo criterios fiscales cuando se trate de inmuebles o activos sujetos a impuestos.

Tras la valoración, los herederos deben acordar cómo se repartirán los bienes: en lotes de igual valor o compensando diferencias económicas mediante pagos entre ellos (lo que se conoce como exceso de adjudicación).

Consejo profesional: siempre que existan bienes indivisibles (por ejemplo, una vivienda), se recomienda atribuirla a uno de los herederos con compensación económica a los demás, evitando así la indivisión prolongada.

3️⃣ Acuerdos y firma ante notario

Cuando todos los herederos están conformes con la valoración y el reparto, se formaliza la partición mediante escritura pública ante notario.

En esta escritura deben constar:

  • El inventario de bienes y su valoración.
  • El reparto acordado entre los herederos.
  • Las adjudicaciones finales con identificación de cada bien.
  • Las cargas o deudas que se transmiten junto a los bienes.

El notario revisará que se cumplan las condiciones legales y que ningún heredero sea perjudicado en su legítima.
En este momento, los bienes pasan oficialmente a ser propiedad de los herederos adjudicatarios.

4️⃣ Registro y liquidación de impuestos

Una vez firmada la escritura, los herederos deben cumplir con las obligaciones fiscales y registrales correspondientes:

  1. Liquidar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuyo plazo general es de seis meses desde el fallecimiento.
  2. Inscribir los bienes inmuebles adjudicados en el Registro de la Propiedad.
  3. Abonar la plusvalía municipal (IIVTNU) cuando corresponda, especialmente si se transfieren inmuebles urbanos.

Cumplir con estos trámites a tiempo evita sanciones y permite disponer plenamente de los bienes heredados.

La correcta ejecución de estos pasos asegura un reparto justo, legal y libre de conflictos.
Sin embargo, ante cualquier duda o desacuerdo, contar con un abogado especializado en herencias y un contador-partidor puede ahorrar tiempo, costes y tensiones familiares.

Conflictos frecuentes en la partición de herencias

La partición de una herencia no siempre es un proceso sencillo. Las diferencias de criterio, los vínculos emocionales y la complejidad del patrimonio pueden dar lugar a desacuerdos entre herederos que bloquean el reparto durante meses o incluso años.

La buena noticia es que la legislación española ofrece mecanismos eficaces para resolver estos conflictos sin necesidad de llegar siempre a juicio. Conocerlos es el primer paso para actuar con serenidad y proteger tanto tus derechos como las relaciones familiares.

Cómo resolver desacuerdos entre herederos

Los desacuerdos más habituales suelen surgir por tres motivos:

  1. Dudas sobre el valor de los bienes (por ejemplo, una vivienda o una empresa familiar).
  2. Desconfianza entre herederos sobre la transparencia del inventario.
  3. Diferencias de criterio sobre cómo repartir los bienes o quién debe quedarse con cada uno.

Cuando esto ocurre, el primer paso recomendable es buscar una solución negociada.

  • Se puede recurrir a una mediación familiar o patrimonial, que permite alcanzar acuerdos con la ayuda de un profesional neutral.
  • En caso de que la mediación no prospere, el siguiente recurso es nombrar un contador-partidor dativo que realice el reparto conforme a la ley.

En muchos casos, una actitud colaborativa y asesoramiento jurídico especializado permiten resolver incluso los conflictos más complejos sin acudir al juzgado.

Qué hacer si un heredero no firma

Uno de los conflictos más delicados ocurre cuando uno o varios herederos se niegan a firmar la partición.
Sin esa firma, el notario no puede autorizar la escritura pública, por lo que el proceso queda paralizado.

Ante esta situación, existen varias vías:

  1. Nombramiento de contador-partidor dativo
    • Puede solicitarlo la mayoría de los herederos que representen al menos el 50% del haber hereditario.
    • Lo nombra el notario o el secretario judicial.
    • Su función es realizar la partición de forma objetiva y conforme a derecho.
  2. Partición judicial
    • Si el desacuerdo persiste, cualquier heredero puede presentar demanda ante el Juzgado de Primera Instancia.
    • El juez designará a un contador-partidor judicial, que elaborará el inventario, valorará los bienes y propondrá un reparto definitivo.
  3. Renuncia o impugnación
    • Si un heredero considera que sus derechos han sido vulnerados, puede impugnar la partición o renunciar a la herencia.
    • En estos casos es fundamental contar con asesoría legal personalizada para evitar pérdidas patrimoniales innecesarias.

Papel del contador-partidor dativo

El contador-partidor dativo es una figura clave cuando el conflicto impide alcanzar acuerdos.
Se trata de un profesional independiente (normalmente abogado o economista con experiencia en derecho sucesorio) nombrado por el notario o el juzgado para realizar el reparto con criterios objetivos.

Sus principales funciones son:

  • Elaborar el inventario completo del patrimonio heredado.
  • Valorar los bienes conforme a su valor real.
  • Proponer un reparto equitativo entre los herederos.
  • Documentar todo el proceso para garantizar su legalidad y transparencia.

El trabajo del contador-partidor dativo otorga seguridad jurídica y neutralidad al proceso, reduciendo la tensión entre los herederos y evitando largos litigios.

Los conflictos en la partición de herencias son más comunes de lo que parece, pero también perfectamente gestionables si se actúa con asesoramiento y transparencia.
Contar con un abogado especialista en herencias y apoyarse en figuras como el contador-partidor dativo permite resolver la mayoría de disputas sin llegar a juicio y con pleno respeto a la voluntad del causante.

Fiscalidad y costes de la partición de herencia

Uno de los aspectos que más dudas genera al repartir una herencia es su impacto fiscal y económico.
Más allá de los trámites notariales o registrales, los herederos deben asumir una serie de impuestos, tasas y gastos profesionales asociados al proceso de partición.

Conocerlos desde el principio permite planificar mejor el reparto y evitar sorpresas una vez firmada la escritura de adjudicación.

Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

El principal tributo que grava la herencia en España es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD).
Este impuesto recae sobre los herederos o beneficiarios, y se calcula en función de:

  • El valor total de los bienes heredados.
  • El grado de parentesco con el fallecido.
  • La comunidad autónoma de residencia del heredero (ya que cada una aplica sus propias reducciones y bonificaciones).

El plazo general para liquidarlo es de seis meses desde la fecha del fallecimiento, prorrogables por otros seis si se solicita a tiempo.

💡 Ejemplo práctico:
Un heredero en la Comunidad de Madrid puede beneficiarse de una bonificación del 99% si se trata de herencias entre padres e hijos.
En cambio, en comunidades sin bonificación, el importe puede ser significativamente superior.

Plusvalía municipal (IIVTNU)

La plusvalía municipal —oficialmente llamada Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU)— grava el aumento de valor que experimentan los terrenos urbanos desde la última transmisión.

Este impuesto debe pagarlo cada heredero que reciba un inmueble urbano dentro de la partición.
Se liquida en el ayuntamiento donde esté ubicado el bien, y su cálculo depende de:

  • El valor catastral del suelo.
  • El número de años transcurridos desde la última transmisión.
  • El coeficiente y tipo impositivo fijado por cada ayuntamiento.

Importante: si el inmueble no ha incrementado su valor o el heredero puede acreditar una pérdida patrimonial, no debe pagarse el impuesto.

Gastos notariales y registrales

Además de los impuestos, existen gastos asociados a la formalización de la partición:

  1. Honorarios notariales
    • Se calculan según el número de bienes y el valor total del caudal hereditario.
    • En herencias de importe medio suelen oscilar entre 300 € y 800 €, aunque pueden ser más altos si hay muchos bienes.
  2. Gastos de registro
    • Una vez firmada la escritura, los herederos deben inscribir los inmuebles adjudicados en el Registro de la Propiedad.
    • Las tasas suelen rondar entre 100 € y 400 € por inmueble.
  3. Honorarios profesionales
    • Si interviene un abogado o gestor especializado, los honorarios se fijan en función de la complejidad del caso.
    • En procesos con conflicto o valoración compleja de bienes, también puede requerirse la participación de un perito tasador o un contador-partidor dativo.

Consejo experto: incluir estos costes en el acuerdo previo entre los herederos evita discusiones posteriores sobre quién los asume.

Planificación fiscal y optimización de costes

La planificación fiscal antes de realizar la partición puede suponer un ahorro considerable.
Algunas estrategias habituales son:

  • Aplicar correctamente las reducciones autonómicas y estatales en el ISD.
  • Repartir los bienes de manera equilibrada para minimizar el impacto fiscal.
  • Valorar los inmuebles con criterios realistas y documentados.
  • Solicitar asesoramiento jurídico-fiscal antes de firmar la escritura.

Una buena planificación previa puede marcar la diferencia entre una herencia fluida y un proceso largo y costoso.

Conclusión práctica:
La fiscalidad y los costes de una herencia no deben abordarse al final del proceso, sino desde el principio.
Con la ayuda de un abogado y un asesor fiscal, los herederos pueden evitar sanciones, reducir impuestos y garantizar un reparto eficiente y transparente.

Ejemplo práctico: partición de herencia paso a paso

Para entender mejor cómo funciona una partición de herencia, veamos un caso práctico inspirado en situaciones reales que suelen encontrarse en los despachos de abogados especializados en sucesiones.

Imaginemos que fallece Don Manuel, dejando a sus tres hijos —Ana, Javier y Marta— como únicos herederos.
Su patrimonio incluye:

  • Una vivienda en propiedad en Madrid.
  • Un coche.
  • Dos cuentas bancarias con ahorros.
  • Y una pequeña deuda pendiente con el banco.

A continuación, analizamos cómo se desarrolla la partición, paso a paso 👇

1. Inventario de bienes y deudas

Los tres hermanos acuerdan realizar un inventario completo.
Tras solicitar los certificados bancarios y revisar la documentación del Registro de la Propiedad, se identifican los siguientes bienes:

ConceptoValor estimado (€)
Vivienda en Madrid240.000
Vehículo familiar10.000
Cuentas bancarias30.000
Deuda pendiente (hipoteca)-20.000
Total neto heredado260.000

El inventario refleja de forma transparente tanto los activos como las deudas, lo que facilita el consenso entre los herederos.

2. Valoración y acuerdo de reparto

Con la ayuda de un perito tasador, se confirma que el valor de mercado de la vivienda es de 240.000 €.
Los tres herederos acuerdan que la vivienda se adjudicará a Ana, quien compensará a sus hermanos con 80.000 € a cada uno (lo que se conoce como exceso de adjudicación).

El coche y el dinero en las cuentas se reparten de manera proporcional para equilibrar los lotes, quedando así:

HerederoBienes adjudicadosValor neto (€)
AnaVivienda (240.000 €) – paga 160.000 € a sus hermanos80.000
Javier80.000 € en efectivo80.000
Marta80.000 € en efectivo80.000

Este reparto respeta la igualdad de cuotas y evita la indivisión prolongada de los bienes.

3. Firma ante notario

Una vez redactado el cuadro de reparto, los tres herederos firman la escritura pública de partición de herencia ante notario.
En el documento constan:

  • El inventario completo de bienes y deudas.
  • La valoración y adjudicación final.
  • La liquidación del Impuesto de Sucesiones.
  • La subrogación de Ana en la parte pendiente de la hipoteca.

El notario verifica que no se vulnera la legítima de ninguno de los herederos y autoriza la escritura, otorgando plena validez al reparto.

4. Inscripción y liquidación de impuestos

Tras la firma, los hermanos realizan los trámites finales:

  1. Liquidación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la Comunidad de Madrid (beneficiándose de la bonificación del 99%).
  2. Pago de la plusvalía municipal por la vivienda heredada.
  3. Inscripción de la vivienda a nombre de Ana en el Registro de la Propiedad.

Todo el proceso se completa en unos tres meses, gracias a la buena coordinación entre los herederos y la intervención del abogado que les asesora.

Resultado final

El proceso permitió:

  • Evitar disputas entre los herederos.
  • Reducir los costes notariales y fiscales gracias a una correcta planificación.
  • Obtener un reparto justo, legal y rápido.

Este ejemplo demuestra que, con una buena comunicación y asesoramiento profesional, la partición de herencias puede resolverse con eficacia y sin tensiones familiares.

Conclusión práctica:
Cada herencia es diferente, pero los principios son los mismos: transparencia, consenso y rigor jurídico.
Por eso, antes de iniciar una partición, es recomendable solicitar la orientación de un abogado especializado en sucesiones, especialmente cuando existen bienes de alto valor, herederos en desacuerdo o cuestiones fiscales relevantes.

❓ Preguntas frecuentes sobre la partición de herencias

¿Qué diferencia hay entre repartir y partir una herencia?

Aunque suenen parecidos, repartir y partir una herencia no significan lo mismo.
Partir implica el proceso legal de dividir el patrimonio del fallecido entre los herederos de forma documentada y oficial, mientras que repartir puede entenderse como la entrega informal de los bienes sin formalizar el procedimiento.

👉 En resumen: toda partición implica un reparto, pero no todo reparto es una partición legalmente válida.

¿Cuánto tarda una partición de herencia?

Depende principalmente de si existe acuerdo entre los herederos y del volumen de bienes.

  • Si hay consenso y la documentación está completa, puede resolverse en pocas semanas ante notario.
  • Si hay conflictos o falta de información, el proceso puede extenderse varios meses o incluso más de un año si se acude a la vía judicial.

Una buena planificación previa y asesoramiento profesional reducen notablemente los plazos.

¿Qué impuestos se pagan al partir una herencia?

Los principales tributos son:

  1. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD): obligatorio para todos los herederos, con bonificaciones autonómicas.
  2. Plusvalía municipal (IIVTNU): se paga si existen bienes urbanos y ha habido incremento de valor.
  3. Gastos notariales y registrales: dependen del número y valor de los bienes.

¿Qué pasa si un heredero no quiere firmar la partición?

Si un heredero se niega a firmar, el proceso se bloquea y no puede autorizarse la escritura ante notario.
En ese caso, los demás herederos pueden:

  • Solicitar el nombramiento de un contador-partidor dativo ante notario o juzgado.
  • Acudir a la partición judicial, donde será el juez quien determine el reparto.

💡 Lo recomendable es intentar primero una mediación o negociación extrajudicial, que suele resultar más rápida y económica.

¿Se puede impugnar una partición de herencia ya firmada?

Sí. La ley permite impugnar una partición si existen motivos fundados, como:

  • Errores en la valoración de los bienes.
  • Ocultación de patrimonio.
  • Vulneración de derechos legítimos.
  • Vicios en el consentimiento (por ejemplo, coacción o engaño).

El plazo general para reclamar es de cuatro años desde que se firmó la partición.
En estos casos, es imprescindible contar con un abogado especialista en derecho sucesorio para evaluar la viabilidad de la impugnación.

¿Es obligatorio contratar a un abogado para hacer la partición?

No es obligatorio, pero sí altamente recomendable.
La intervención de un abogado especializado en herencias aporta:

  • Seguridad jurídica.
  • Reducción de riesgos fiscales.
  • Ahorro de tiempo y costes.
  • Prevención de conflictos entre herederos.

En herencias con varios bienes o desacuerdos, contar con asesoramiento experto puede marcar la diferencia entre un trámite ágil y un proceso conflictivo.

La partición de herencias no es solo un trámite legal: es un acto que combina derecho, equidad y sensibilidad familiar.
Una gestión correcta —acompañada por profesionales cualificados— garantiza un reparto justo, evita problemas futuros y permite cumplir la voluntad del causante con tranquilidad y respeto.

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